lunes, 25 de junio de 2012

La crisis, una bendición


Se dice que en el idioma chino mandarín, la grafía con la que escriben (o dibujan) la palabra “crisis” es la misma que para la palabra “oportunidad”. Ya se sabe, algo debe de morir para comenzar un renacer, y los orientales nos llevan siglos de ventaja en eso de los dobles significados. El yin y el yan, conceptos clave en la dualidad de todo lo existente en el Universo, son las dos fuerzas fundamentales y opuestas, complementarias, que se encuentran en todas las cosas. Son las dos caras de una misma moneda, entendida ésta como unidad indivisible.

En cualquier situación de nuestra vida, lo normal para que alguien gane es que alguien pierda, salvo desgracias generalizadas. Aún así, si nos leemos el origen de las grandes fortunas, observaremos que normalmente comenzaron en una guerra. Y todos sabemos que una guerra siempre ha sido el máximo exponente de cualquier crisis.

Hoy dominamos una serie de palabras que, hasta hace poco, o nos eran desconocidas o les dábamos un significado diferente: prima de riesgo, ajuste, recorte, reforma…, como resultado inmediato de la crisis. Pero este resultado, que es malo para unos, quizá sea bueno para otros. De momento, al gobierno actual le sirvió para llegar al poder. Convencieron a muchos ciudadanos para que los votasen, prometiendo una serie de arreglos que luego no han cumplido e incluso están realizando al revés.

La crisis ha sido una bendición para estos gobernantes, porque les está permitiendo aplicar su programa liberal. Si se fijan, muchas de las medidas que han adoptado no tienen que ver directamente con la crisis. Así, comunidades como Andalucía, Asturias o Euskadi, no aplican ciertos recortes en Sanidad o Educación y funcionan con normalidad. Vemos también que la crisis no era únicamente de ámbito español, aunque aquí tenga además un amplio exponente bancario, ni el único culpable mundial era el presidente del gobierno anterior.

Así, la crisis está siendo una bendición para los famosos mercados o tiburones financieros, grandes inversores, especuladores, o como convengamos en llamarlos. Una ingente cantidad de dinero está fluyendo hacia sus ya abultados bolsillos, de manera constante y sistemática, en detrimento de una inmensa mayoría de sufridos ciudadanos de las clases media (cada vez más reducida) y pobre (cada vez más ampliada), mientras se agranda la brecha entre ricos y pobres.

Los gobernantes de las naciones más poderosas, aparecen ante la sociedad como meras comparsas de esos aprovechados. Se encuentran entre dos fuegos: sus votantes, cada vez más exasperados, y los mercados, ante los que tienen que claudicar porque son los que les compran la deuda. No es de extrañar lo que está ocurriendo: van cayendo todos los gobiernos de las naciones que se someten a elecciones, cambiando sistemáticamente de signo. ¿Cuánto le queda a la señora Merkel? Esto seguirá así mientras no se les ponga coto a esos “mercados”, para los que definitivamente está siendo una bendición la llamada crisis. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato?

Lanza de Ciudad Real, página 37 de opinión, 28-06-2012.



jueves, 14 de junio de 2012

Autobús a los anejos

Carta enviada al director del diario La Tribuna de Ciudad Real:

El día 2 de octubre de 2006 comenzó a funcionar el servicio urbano de autobuses que une Ciudad Real con sus anejos, y éstos entre sí, tras largos años de reivindicación vecinal de una obligación que debe cumplir el Ayuntamiento con sus vecinos, por Ley. Desde entonces viene funcionando el servicio con normalidad, con una frecuencia de cada hora y media. Lástima que el primer servicio, el de las 8, no permita llegar a las 8 a las personas que entran a esa hora a sus trabajos. Se tuvo el detalle de incluir ya en el precio de cada billete el descuento que se hace al bono.

La noticia aparecida el pasado martes, día 12, en el diario que usted dirige, acerca de las “mejoras” que la concejala de movilidad, Rosario Roncero, piensa implementar en las líneas de autobuses del municipio, habla del desdoblamiento de algunas líneas, del aumento de la frecuencia en otras, y de que va a haber una variación en el precio del billete de los anejos. Aquí es donde uno dice, Virgencita que me quede como estaba. Cuando se avería el coche y se lleva al taller, lo suelen reparar; pero si el coche funciona correctamente y se lleva al taller, se sale con algún problema.

Todo indica que no sólo van a subir de manera espectacular el precio del billete del autobús de los anejos, sino que al parecer se pretende suprimir el servicio en algunos de sus espaciados tramos horarios. Si se desea disuadir a los ciudadanos del uso del coche, o al menos así nos lo están explicando, no parece esa la mejor forma. Le ruego a la señora concejala reconsidere esa idea puesto que, como sabe, se trata de un servicio público, no regido por criterios de rentabilidad, como puede ser en una empresa, sino de servicio. Quizá esté estudiando la ocupación de todas las líneas de Ciudad Real en todos los tramos horarios y, en base a ello, decida que en aquellas franjas horarias en las que viaja muy poca gente, no merece la pena que el ayuntamiento haga ese gasto. Si fuera en todo el municipio tendría sentido ese pensamiento, pero estaría cometiendo el error de considerar gasto lo que es un servicio.

No da la impresión de que en el conjunto del presupuesto, vaya a solucionar el abultado déficit del Ayuntamiento la posible supresión de franjas horarias del autobús de los anejos, pues sería el chocolate del loro. Confiamos en el buen criterio de doña Rosario, en su ponderación y equidad entre los habitantes de todo el municipio, vivan donde vivan, y en que se deje seguir funcionando aquello que ya funciona durante mucho tiempo, a plena satisfacción de los usuarios.

domingo, 10 de junio de 2012

Sí, pero no; no, pero sí


El profesor Marzal de Esade, comentaba del vicepresidente económico del último gobierno de Suárez, Fernando Abril Martorell, que era difícil seguir sus consejos sin meter la pata, porque se equivocaba en la mitad de ellos y no se sabía cuál de las mitades era la correcta. Al parecer, ahora es más sencillo entender a nuestros gobernantes, pues viene pasando lo contrario de lo que afirman que va o no va a suceder. Algo así como ocurría en la época pre democrática: en cuanto salía en la prensa el desmentido del ministro de la gobernación de que fuera a subir la gasolina, todo el mundo corríamos a llenar el depósito. La población ya conocía la clave de los comunicados gubernamentales. En este momento, la ciudadanía debe de conocer también esa clave de “al contrario”, porque no fallan.

La siguiente clave en la comunicación es el frecuente uso de eufemismos, ese disfrazar con nombres suaves la realidad. Por ejemplo, decir que la reforma laboral se ha hecho para crear empleo. No se sabe aún en qué momento del futuro sucederá eso, porque hasta ahora ha sido justo lo contrario, según reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En un país con un 50% de paro juvenil, con una necesidad manifiesta de formación y reciclaje de tantos jóvenes para encontrar trabajo en otros sectores, sorprende ver la partida de formación para el empleo de los presupuestos generales del Estado (PGE), con un recorte del 34%. Se podrían poner muchos más ejemplos, pero alargarían en exceso el ámbito de esta crónica.

La guinda ha sido el rescate de España en la reunión del Eurogrupo del pasado sábado por la tarde. Todos los medios de comunicación están llenos de declaraciones en las que se negaba la mayor durante los últimos tiempos. El ministro de economía, señor De Guindos, declaraba al final de la tele conferencia que el rescate es sólo para la banca y que será este sector quien soporte los ajustes necesarios. Sin embargo, el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, manifestaba al final de la misma reunión, que el dinero se da a España, no a los bancos. Al final, el dinero se da al FROB y éste lo pasará a los bancos con dificultades, un 30% del sector, según estimaciones efectuadas antes de los resultados de las auditorias. Pero del FROB responde el Estado, y el Estado, como Hacienda, somos todos.

La prueba del nueve se verá en los próximos días. Si no hemos sido intervenidos y ha sido tan solo la banca, no habrá subida del IVA, no bajarán las pensiones, no bajarán otra vez el sueldo a los funcionarios, no se acelerará el retraso en la edad de jubilación, se creará empleo, no se profundizará aún más en el grado de recesión, no… Dejo al inteligente lector o lectora las conclusiones, sobre todo después de saber ya las claves de la comunicación que usan nuestros gobernantes.

Publicado en:
Lanza de Ciudad Real, edición en papel, página 24, 11-06-2012

Artículos relacionados: