Estadísticamente, agosto es el mes de mayor extensión de terreno quemada en España. Las altas temperaturas son un factor importante para la propagación del fuego; sin embargo, según estudios, parece ser que más del 80% de los incendios son provocados o fruto de inexplicables negligencias, es decir, como consecuencia directa de la actuación del ser humano. Recuerdo las casi 80.000 hectáreas quemadas en Galicia en agosto de 2006, verano que coincidió con ser el siguiente al cambio de signo político en aquella Comunidad. Confiemos en que este año, siguiente al del nuevo giro producido en las elecciones del año pasado, la tranquilidad reine en los montes gallegos, como siempre debió haber sido.
Sobre el incendio de Riba de Saelices (Guadalajara) de julio de 2005, en el que murieron 11 personas, dejando en muy segundo plano el número de hectáreas arrasadas, hace unos días la Audiencia Provincial de Guadalajara dictó auto por el que se exime de responsabilidad a los técnicos y a los políticos e imputa sólo a los excursionistas. Este fue un caso claro de politización de un incendio, con el Partido Popular actuando como acusación particular. Las familias de los fallecidos han decidido no recurrir el auto, algo que tampoco hará el citado partido. Los ahora liberados de su anterior imputación han emitido una nota en la que manifiestan el calvario por el que han pasado y piden al PP que se abstenga en el futuro de hacer ese tipo de acusaciones. Quizá sea bueno para todos que dicho partido se replantee su forma de hacer oposición.
España concentra el 40% de los incendios que se producen en la UE. A lo largo de los últimos 10 años se ha quemado en nuestro país el equivalente a la superficie de la provincia de Navarra. La ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, manifestaba hace unos días que en lo que va de 2010 se ha reducido a un tercio la superficie quemada con respecto a la media de los 10 años anteriores. Se cifra en 40 millones el presupuesto que el citado ministerio ha destinado este año sólo a la prevención. En nuestra Comunidad, la partida presupuestaria para la “gestión y protección de espacios naturales” supera los 20 millones.
Desde esta página hago un llamamiento a los negligentes para que simplemente apliquen la normativa existente para evitar posibles incendios, pero sobre todo me dirijo a los incendiarios, para que se lo piensen no una ni dos veces, sino mil, mientras preparan las mechas y los mecheros. Los presuntos motivos que ven tan lógicos para tomar la decisión de quemar el monte a lo mejor no lo son tanto. ¿Qué diferencia encuentran entre ellos y otros terroristas que ponen un coche bomba sin saber exactamente a quién van a matar?, porque los incendios a veces matan a personas y siempre matan a la flora y a la fauna. Veía el otro día en televisión las imágenes de uno de los 19 incendios que están asolando la vecina Portugal y era impresionante contemplar las caras de dolor y perplejidad de las personas que sufrían de cerca el azote de las llamas en sus propiedades. No y mil veces no. No se salva nada, no se consigue nada por esa vía. ¡Por favor, no lo hagan!
Publicado en:
http://www.dclm.es/news/120/ARTICLE/71297/2010-07-29.html
Lanza de Ciudad Real, página 2, 31/07/2010
Versión resumida en El País, cartas al director, 31/07/2010
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Incendios/agosto/elpepiopi/20100731elpepiopi_11/Tes