Como ya supone el
inteligente lector no voy a referirme al conjunto musical de los años setenta, de nombre homófono, sino al reciente inquilino de la Casa Blanca, quien en las pocas jornadas que
lleva en el cargo, desde el pasado día 20 de enero, ya la ha liado parda. Lo que
no me explico es de qué se sorprenden ahora sus paisanos, pues ha salido lo que
han votado los electores americanos y está haciendo lo que decía en campaña
electoral que iba a hacer. Ya avisó de no ser un político convencional y muchos
creyeron en su verborrea. Quizá sea un caso paradigmático en el que los tres
cerditos del cuento abren la puerta sabiendo que era el lobo.
Entre sus recientes «logros»
está el haberse enemistado con su vecino del sur, México; poner en guardia al
gigante asiático, China, de momento solo en lo comercial; unir a la Unión
Europea y a demócratas y parte de los republicanos de su país en contra de sus
políticas; alterar a los países musulmanes; descorazonar a los refugiados… El
último líder de la extinta Unión Soviética, Mijail Gorbachov, ya ha alertado de
que el mundo se puede estar preparando para una guerra (termonuclear). Y casi
todo a golpe de tuit; bueno, y de la firma de órdenes ejecutivas. Todo un hito,
inédito hasta ahora en un presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
Personas bien pensantes
de diversos ámbitos creen que si funcionan los contrapesos lo podrán frenar; de
hecho, una juez federal ya le ha modificado una de sus órdenes ejecutivas en
cuanto a la acogida de refugiados, pero lleva tal ansia de ejecución de su
ideario que puede ser que para cuando quieran actuar esos llamados contrapesos
les haya ganado la partida y no tengan nada que hacer, como ya sucediera en la
Alemania de los años treinta del siglo pasado con Hitler. Y esto ya no es una
hipótesis, como podría parecer entre que salió elegido y ocupó el cargo, ahora
ya ha enseñado la patita, ya hay hechos, como algunos reclamaban a los demás,
antes de opinar.
Lo positivo es que
Trump no tiene dobleces, le llama al pan pan y al vino, vino. No se anda con
nombres rebuscados, como hacen las derechas gobernantes en otros países, para
llamar a lo que hacen: que si Reforma Laboral para crear empleo, cuando era dar
facilidades para el despido; que si Plan de Garantía de los Servicios Mínimos,
cuando era para cargarse la Sanidad y la Educación Públicas… No, él llama a las
cosas por su nombre. Seguramente es fácil saber cuál serán sus siguientes
pasos, bastará con leerse su programa electoral, porque tiene mayoría absoluta
en las dos cámaras americanas.
Lo preocupante es que súper
Trump tiene mucho poder y no solo en su país, nos afecta al resto del mundo. A
ver si es posible que una de dos, o rectifica o lo «rectifican».
Difícil cualquiera de las dos opciones. Ya se verá.
Publicado en:
http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/super-trump/20170130093658145123.html
http://www.lanzadigital.com/news/show/opinion/super-trump/110692
http://www.dclm.es/shh.php?id=3495
http://imasinformacion.es/not/19576/super-trump/
Artículos posteriores relacionados:
http://www.publico.es/politica/carmena-alerta-vulneracion-derechos-humanos.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/31/actualidad/1485875580_168991.html
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