jueves, 28 de noviembre de 2013

Concertinas

Con el nombre del título no me estoy refiriendo al instrumento, parecido al acordeón, que inventó Sir Wheatstone en el siglo XIX. Hay concertinas “inventadas” en el siglo actual completamente distintas, son instrumentos hirientes que lesionan a las personas. Me estoy refiriendo a esas cuchillas que, a día de hoy, todavía están colocadas en las vallas fronterizas de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, dicen que con carácter disuasorio ante la inmigración irregular.

España es uno de los países frontera Sur de la Unión Europea y, como tal, es utilizado por las mafias que trafican con personas, procedentes principalmente del continente africano, cuyo destino final pueden ser otros países de la UE o la propia España. Esas mafias campan a sus anchas por los países norteafricanos y hacen su “negocio” con las necesidades vitales de los desheredados de la tierra. Personas que se la juegan al emprender un largo y penoso viaje, a través de desiertos, pasando mil y una calamidades. Muchas de esas personas ya mueren en el camino, y las que consiguen llegar a esas dos ciudades, se encuentran con las vallas.

Como el tema de las concertinas ha saltado a todos los medios de comunicación y ha llegado al parlamento, ahora empieza el baile del “y tú más” del partido gobernante al principal de la oposición. Parece ser que cuando el PSOE llegó al poder en marzo de 2004, ya estaban las concertinas instaladas por el anterior gobierno del PP. Bien es cierto que tardó más de un año en retirarlas, pero se retiraron. El actual gobierno del PP las volvió a colocar y ya tenemos servido el lío. Pero con independencia de quien lo haga, el hecho es igual de lacerante. Ante el revuelo organizado, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, parece abrir un halo de esperanza al declarar que si le indicaran un elemento igual de disuasorio, que no hiera a las personas, lo estudiaría para retirar las concertinas de las vallas.

Son numerosas las voces autorizadas de toda la sociedad que están clamando por la retirada de las cuchillas. Incluso la Iglesia Católica, a quien tanto parece obedecer el gobierno en según qué temas, se ha manifestado en contra. El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) defiende que se utilicen estándares democráticos en los controles de la frontera y recuerda que “el espacio fronterizo no puede ser una negación del espacio de libertad, justicia y seguridad que proclama ser la Unión Europea”, mientras pide al ministerio del Interior su retirada. Asimismo, el portavoz de la Conferencia Episcopal ha hecho un llamamiento a “incorporar el valor de la hospitalidad y rechazar la concepción del inmigrante como un peligro”.

Retirar las cuchillas no es abrir las fronteras, es actuar con humanidad. El “pues que no vengan” no es la solución, porque siguen viniendo a pesar de la crisis, sencillamente porque ellos están mucho peor. Si la solución es económica, siempre habrá recursos para ello en la UE. Seguro que si se buscan soluciones se encuentran, estamos hablando de personas, y esperemos que sea cuanto antes pues la situación actual no es de recibo. 

Publicado en:
http://www.lanzadigital.com/opinion/concertinas-57110.html
Lanza edición papel, pag. 26. 29-11-2013.
http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/concertinas/20131204214425030875.html  04-12-2013. 

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