El suicidio del niño
Diego González, de once años, alumno del colegio de los padres Mercedarios de
Leganés y sobre todo la nota que dejó, puso sobre la mesa el problema del acoso
escolar de manera clara; visibilizó para toda la sociedad algo que ya venía
sucediendo y de lo que los medios de comunicación van informando en un continuo
goteo.
La asociación madrileña
contra el acoso escolar (AMACAE), ha cuadruplicado el número de casos
registrados en 2015 con respecto al año anterior. ¿Quiere eso decir que ha
crecido en esa medida? Probablemente no. Pero sí que se tiene más sensibilidad sobre
este hecho y se denuncia más. Está claro que el problema existe y que es
transversal. Afecta en primer lugar al alumno acosado, pero también a los
acosadores, al resto del alumnado, al profesorado y a los padres; es decir, a
la comunidad educativa y también al conjunto de la sociedad.
Cuando unos escolares
se convierten en verdugos de otros compañeros hay que preguntarse en primer
lugar qué están viviendo en sus casas, qué comportamiento están viendo en su
entorno familiar y de amistades. En segundo lugar, hay que valorar la posible impunidad
con la que puedan actuar en el colegio por dos causas: pasividad de parte del
profesorado y de parte de sus compañeros, cuando no la complicidad de estos
últimos.
¿Qué hacer? Entiendo
que hay que abarcar el problema de manera integral. Por un lado, las
autoridades políticas deben de elaborar leyes contra el acoso. Las autoridades
educativas deben también de incorporar en los currículos de los centros escolares
las maneras de medirlo, como punto de partida para plantearse objetivos de
identificación y eliminación del mismo. Debe de actuarse sobre las propias
familias en el sentido de concienciar sobre el problema, pues el hijo o la hija
pueden estar entre los acosados, los acosadores,
los cómplices o los pasivos.
No olvidemos que el
acosador del entorno educativo, el día de mañana puede ser un acosador laboral
o un maltratador en el ámbito de la violencia machista. Parece que la sociedad
ya está concienciada en cuanto al maltrato, pues ya es hora de que nos
concienciemos del germen en la escuela. Hoy en día hay que vigilar más, si
cabe, pues los móviles y las redes sociales hacen que se prolongue el sufrimiento
más allá del mero ámbito escolar, y a edades cada vez más tempranas.
Publicado en:
http://www.clm24.es/opinion/autor/000067/casimiro-pastor
http://elcrisoldeciudadreal.es/2016/02/17/107152/el-acoso-escolar/
http://imasinformacion.es/not/16758/el-acoso-escolar/
http://dclm.es/shh.php?id=2694
http://www.lanzadigital.com/news/show/opinion/el-acoso-escolar/94025
Artículos posteriores relacionados:
http://elpais.com/m/politica/2016/02/18/actualidad/1455799539_145548.html
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http://www.clm24.es/opinion/autor/000067/casimiro-pastor
http://elcrisoldeciudadreal.es/2016/02/17/107152/el-acoso-escolar/
http://imasinformacion.es/not/16758/el-acoso-escolar/
http://dclm.es/shh.php?id=2694
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