Se aproximan las elecciones
europeas y el gobierno de la nación y el autonómico se esfuerzan por presentar
ante la ciudadanía unos resultados de su gestión lo más saludables posible. Sin
embargo, la reciente Encuesta de Población Activa (EPA) les ha puesto un espejo
delante y no han tenido más remedio que ver lo que había, sin maquillar. Después
de dos y tres años en el cargo respectivamente, ambos gobiernos ya no pueden
usar el recurrente tema de la herencia recibida.
Por irnos a lo que más preocupa a
la gente, el paro, y, dando cifras redondas, estamos en los 6 millones de
parados a escala nacional, con una tasa del 26% (en Francia están muy
preocupados porque tienen una tasa del 10,8%), y en nuestra región superamos
los 300.000 parados y la tasa rebasa el 30%. Ante estos números, decir que ha
bajado recientemente el desempleo en unos miles, no sirve de consuelo a nadie.
Por eso, cuando salen a los medios de comunicación algunos gobernantes
declarando su satisfacción por estos datos, la siempre inteligente ciudadanía
no puede dar crédito y su reacción va desde la perplejidad a las molestias
intestinales, pasando por una cierta hilaridad.
El problema no es sólo que haya
aumentado en un millón el número de desempleados desde que se fueron los anteriores
gobernantes, o que se haya producido una enorme fractura social por mor de los
lacerantes recortes sobre los pilares del Estado del Bienestar; el mayor
problema es la desesperanza de esa población, la devaluación laboral, con
ingenieros trabajando como camareros, y la destrucción del tejido investigador
universitario, algo muy difícil de recuperar más adelante, pues hay fuga de
cerebros. Ésa es la forma más clara de perder el tren del futuro como país. Me
pregunto qué herencia van a dejar estos gobernantes a los siguientes.
Pero la EPA sólo ha venido a confirmar
lo que la ONG de la Iglesia , Cáritas, ya
apuntaba en su último informe de marzo y que tanto enfadó al ministro Montoro. Dicho
informe ponía, entre otras cosas, que España es el segundo país de la UE con mayor índice de pobreza
infantil, 29.9%, sólo superado por Rumanía. Cuando el secretario general de
Cáritas Europa, el español Jorge Nuño, afirmaba que “las medidas de austeridad
han fallado a la hora de solucionar los problemas y generar crecimiento”, ya no
se estaba refiriendo en concreto y solamente a España, sino a la propia UE,
cuyos dictados siguió el gobierno español cual aplicado alumno. La Comisión Europea
admite ahora que nos hemos pasado de frenada.
Por eso hace falta plantearse muy
bien a quién destinar nuestro voto en los próximos comicios del día 25, pues
Europa pinta mucho y pintará más a partir de ahora. Está claro que las
políticas de austeridad, o el “austericidio”, como dicen otros, no han sido las
adecuadas y es hora de cambiarlas. Hace falta una Europa sensible con los
problemas de la gente, una Europa social, pues la cohesión social es el
resultado de una ecuación con muchas variables, y entre éstas no cabe evaluar
al ciudadano como si fuera una mercancía. Ya hemos visto lo que no funciona,
ahora usemos nuestro voto como herramienta para cambiar hacia lo que nos sirve.
Ahora bien, hay dos maneras para que esto no mejore: una, votando a los que ya
gobiernan y otra no acudiendo a las urnas.
Publicado en:
http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/tozuda-realidad/20140504112854044581.html
http://www.dclm.es/shh.php?id=1493
http://www.lanzadigital.com/opinion/la_tozuda_realidad-63529.html
Publicado en: Diario Lanza de Ciudad Real, edición en papel, pág. 47 de Opinión. 05-05-2014
http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/tozuda-realidad/20140504112854044581.html
http://www.dclm.es/shh.php?id=1493
http://www.lanzadigital.com/opinion/la_tozuda_realidad-63529.html
Publicado en: Diario Lanza de Ciudad Real, edición en papel, pág. 47 de Opinión. 05-05-2014
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