martes, 8 de noviembre de 2011

R. frente a R.


Rubalcaba frente a Rajoy o Rajoy frente a Rubalcaba, como ustedes prefieran. Por eso he titulado la crónica de esta manera. La pregunta que surge en primera lugar es ¿quién ganó en el debate del lunes día 7? Yo pienso que en primer lugar ha ganado la democracia. He de confesar que no pensaba que Rajoy aceptara debatir desde la posición que le daban las encuestas y seguramente sus asesores estarían divididos, pero es bueno que se haya celebrado finalmente el debate, eso sí, esta vez solo uno y no dos como ha sucedido en las cuatro ocasiones anteriores entre otros aspirantes a presidir el gobierno de España. En cualquier caso, creo que sería intersante que se estableciera de manera “oficial” para el futuro.

A la hora de escribir este artículo desconozco el seguimiento que ha tenido el debate. Lo que es evidente es que a la gente le interesa la política más de lo que a algunos les gustaría, y le interesa porque está clara la importancia que tiene para la vida real de cada uno y para la de todos. En el análisis del debate cada editorial de la prensa y cada partido político dará por ganador a “su” candidato. Como sucede con el fútbol, donde viendo en la misma televisión el mismo partido, unos ven penalty y otros no lo ven, puede haber sucedido con el debate.

Me ha gustado más la fórmula empleada en esta ocasión de poderse interrumpir los candidatos porque eso ha dado más color, dentro de las rigideces habituales. Y entrando ya en el análisis, al principio Rajoy ha aparecido visiblemente nervioso y exponiendo excesivas cifras leídas que podían cansar a la audiencia y Rubalcaba se dirigía a él sin utilizar el condicional al preguntar qué iba a hacer, como si le diera por ganador de las elecciones.

A medida transcurría el tiempo se igualaron las posiciones, y en varias ocasiones Rajoy balbuceó cuando Rubalcaba le ponía contra las cuerdas al evidenciar las calculadas ambigüedades del programa del PP, pareciendo saberse mejor el programa que el propio Rajoy. Éste ha centrado sus intervenciones en aquello que el PSOE ha hecho mal, según su criterio, con pocos datos sobre lo que haría en caso de ganar y Rubalcaba ha expuesto varias propuestas concretas y ha desenmascarado el programa de su rival, con varias preguntas directas sobre el mismo que no han obtenido respuesta por parte de su oponente.

A la salida, se ha visto más rígido a Rajoy y más relajado a Rubalcaba. Si nos atenemos a lo que el lenguaje no verbal que cada uno reflejaba, el ganador ha sido Rubalcaba y en el debate en sí, a los puntos (como en el boxeo) también ha ganado el candidato del PSOE. Creo que el equipo de Rajoy, que fue quien exigió un solo debate y no dos, como era la costumbre, ahora se estará arrepintiendo. Otra cosa será la influencia que el debate tenga sobre el resultado electoral del próximo día 20. Al final eso será lo verdaderamente importante.

Publicado en: Lanza, páginas de opinión, página 33, 09-11-2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario