domingo, 18 de enero de 2015

Caricaturas y religiones


Estos días se cumplen nueve años de la publicación de unas caricaturas del profeta Mahoma, aparecidas en la prensa de algunos países europeos, con origen en el periódico danés Jyllands Posten, que provocaron una reacción inusitada entre los musulmanes por todo el mundo. Hace unos días, nos hemos estremecido por la brutal represalia tomada por yihadistas contra personas vinculadas al semanario satírico “Charlie Hebdo” en su sede parisina. Al parecer, esa terrible agresión, que ha ocasionado 17 muertos, ha sido debida a la publicación de unas caricaturas del profeta en dicho semanario.

La prensa europea aboga por la libertad de expresión y los musulmanes se sienten insultados en lo más profundo de sus sentimientos religiosos. Debemos de tener en cuenta que nuestra libertad termina donde empieza la del otro. Ninguna ley condenaría a quien, con motivo de una reunión social, llamase fea a una señora, pero todos entenderíamos de mal gusto semejante aserto, y lo entenderíamos así por motivos culturales. Asimismo, ninguna ley europea condena las caricaturas religiosas en la prensa, pero eso no significa que no afecte a otras culturas o religiones. Es evidente que nada justifica el asesinato. El Papa Francisco ha manifestado que matar en nombre de Dios es una aberración.

Los imanes de numerosas mezquitas se han apresurado a condenar el atentado como tal, aunque es natural que les disgusten esas caricaturas. Quizá algún lector considere que los musulmanes exageran al tomarse tan mal este asunto, pero yo le llamaría a la siguiente reflexión: ¿cómo vería que alguien caricaturizase a la patrona de su pueblo? ¿Qué le parecería si alguien insultase la bandera de su país, o la de su terruño, o la de su club deportivo? Estamos hablando de sentimientos y estos están muy dentro de cada uno. Me pregunto qué ha ganado la prensa de algunos países europeos con caricaturizar a Mahoma, ¿se sienten ahora más libres?

Cualquier europeo está en pro de la libertad de expresión, faltaría más, y del resto de las libertades individuales también. Lo que ha parecido destapar el atentado de París ha sido la proliferación en suelo europeo de células yihadistas dispuestas a perpetrar atentados terroristas, pero no ya por cuestiones de caricaturas solamente, sino por una estrategia con origen en Al Qaeda y que ahora continúa el llamado Estado Islámico. Todo ello basado en la Yihad o Guerra Santa, rememorando campañas medievales propias de los libros de historia. No confundamos el enfado de los musulmanes por las caricaturas con esta otra faceta.

Los gobiernos europeos se han puesto manos a la obra. Esperemos que las leyes que se están preparando, a golpe de titular, sean bien usadas para atajar esta nueva forma de desestabilización y que no sean utilizadas para recortar libertades individuales que tanto ha costado conseguir, porque en este caso los yihadistas ya habrían ganado su primera batalla. En cuanto a las relaciones con otras culturas, la Europa de hoy es un conglomerado de gentes de diversa procedencia, y sería bueno el fomento de las relaciones interculturales en el marco de las libertades que nos son propias. Por ahí, y no en la quema de templos, puede estar la solución.

Publicado en:
www.dclm.es/shh.php?id=1961
www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/caricaturas-y-religiones/20150118113551070251.html
www.objetivocastillalamancha.es/content/nacional/opinion/caricaturas-y-religiones
Lanza de Ciudad Real, edición en papel, página 38 de opinión, 19-01-2015.


sábado, 3 de enero de 2015

Grecia y España


La reciente situación política que se ha vivido en Grecia y que ha desembocado en la convocatoria de elecciones generales anticipadas para el próximo día 25, ha supuesto un terremoto en las bolsas y en las cancillerías europeas. El FMI ya ha anunciado la paralización de la ayuda que se iba a conceder al país heleno, quizá como medida de presión a aquella ciudadanía. Varias instituciones europeas, a través de sus responsables políticos y económicos, han lanzado avisos más o menos directos del peligro que se avecina si los griegos eligen al candidato que muchos sondeos dan como ganador, Alexis Tsipras, líder del partido Syriza.

Recordemos que la economía griega supone tan sólo entre el 2 y el 3% del PIB de la euro zona y que aquel país ha estado muy mal gestionado en los últimos años. Gran parte del peso de su deuda es debido a que se gastaron ingentes cantidades de dinero en armamento, que les vendió principalmente la industria armamentística alemana y, en menor medida, la francesa. Recordemos también que un montante sustancial de la primera ayuda europea nunca pisó suelo griego, porque se quedó en esos dos países para pagar a su industria de armamento. Pero el pueblo heleno sí ha sufrido los lacerantes recortes que les han impuesto para la concesión de las ayudas.

El resultado ha sido un paro superior al 25%, siendo los jóvenes quienes superan el 50% (¿a qué me suena esto?), la industria en declive, un empobrecimiento generalizado, incluso de los que tienen trabajo, y una esperanza en salir de ese pozo muy mermada según todas las encuestas. Ahora el FMI, como en el caso de España, declara haberse pasado de frenada. Ese es un buen caldo de cultivo para el triunfo de los populismos, como ha sucedido otras veces en la historia reciente. Es algo parecido a si alguien sufre una enfermedad grave y ya no confía en la medicina convencional, que no le sana, cuando se buscan otras alternativas, incluso curanderos. ¿Quién se puede extrañar del ansia de supervivencia del enfermo?

El caso español tiene sus diferencias con la situación griega y también sus similitudes. Veamos: España supone entre el 12 y el 14% del PIB de la euro zona, la cuarta potencia. A Grecia la están amenazando con echarla del euro, pero a España no podrían porque sin este país se desmorona el chiringuito. Las cifras de parados en términos relativos son parecidas, y la situación política tiene también sus semejanzas. El partido emergente Syriza y su líder, Alexis Tsipras, está por ver si es comparable al español Podemos y a su líder, Pablo Iglesias. Este está a la espera del resultado de las próximas elecciones en aquél país, como si de unas primarias en España se tratara.

Sin duda, algunos partidos tradicionales estatales, los de largo recorrido, están tomando medidas. El PSOE ya renovó a su cúpula directiva, lo que frenó de inmediato la pérdida en intención de voto y supuso el comienzo de su remontada; IU está en ello y el PP, como todavía gobierna en muchas comunidades y en el conjunto de España, no ha visto aún la necesidad de renovarse. Está esperando la primera prueba en las próximas autonómicas y municipales del mes de mayo. Algunas encuestas le sitúan ya como tercera fuerza. En el PP saben que tienen muchos antiguos votantes desencantados con su gestión y esperan motivarlos con el argumento del miedo a que si no les votan ganen “los otros”, si bien el voto del miedo nunca fue un buen argumento. ¿Y el del cabreo?

Publicado en:
http://www.objetivocastillalamancha.es/content/nacional/opinion/grecia-y-espana
http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/grecia-y-espana-espana-y-grecia/20150103200109068997.html
http://www.dclm.es/shh.php?id=1932
Diario Lanza de Ciudad Real, edición papel, página 17. 05-01-2015.
http://www.lanzadigital.com/news/show/opinion/grecia-y-espanya/74216

Artículos posteriores relacionados:
http://elpais.com/m/economia/2015/01/11/actualidad/1420999608_070506.html