lunes, 28 de junio de 2010

¿Peligra la moratoria nuclear?

El reciente acuerdo entre el Gobierno y el principal Partido de la oposición, primero de lo que se pronostica como una serie de acuerdos en materia de energía, ha conseguido como primer paso que el recibo de la luz no suba en julio, tal como estaba previsto, entre un 4 y un 5%. Unos sonrientes Cristóbal Montoro (PP) y Miguel Sebastián, ministro de Industria y Energía, daban la noticia a la vez que el ministro mencionaba un futuro más prometedor de negociaciones en ese ámbito “sin líneas rojas”.

Tan acostumbrados nos tiene ya el Partido Popular a la falta de consenso en cualquier materia con el Gobierno de la nación que hasta mosquea cuando lo hacen. El presidente Zapatero, durante su reciente visita a Libia, también mencionaba ese futuro de acuerdos con todo sobre la mesa y Rajoy hacía lo propio. ¿Hay mensaje oculto en esas declaraciones? No tiene por qué pensarse que esa extraña sintonía entre los dos partidos mayoritarios vaya a terminar por plantear el posible fin de la moratoria nuclear, ¿o sí?

Es conocido el refrán de “en tiempos de tribulación no hay que hacer mudanzas”. La tan traída y llevada crisis ya ha ocasionado demasiadas decisiones, a veces apresuradas, en todos los países de cara a evitar males mayores. Medidas casi siempre de calado económico y, últimamente, social. ¿Quiere eso decir que ya puestos en río revuelto vayamos a seguir con más asuntos de los estrictamente necesarios? Está por ver, y la energía es un sector estratégico de presente y, sobre todo, de futuro.

¿Se podría plantear un pacto de Estado por la energía? Sin duda, pero hasta ahora hay diferencias insalvables en lo tocante a obtener electricidad mediante energía nuclear. Mientras el PP aboga por este tipo de producción eléctrica, el PSOE tiene en su programa la continuidad de la moratoria nuclear establecida por el gobierno de Felipe González en 1984.

Si bien algunas voces prestigiosas, que antes defendían la moratoria nuclear, ahora parecen haber cambiado de idea, quizá la población aún esté mayoritariamente de acuerdo en continuar con la situación actual y obtener energía eléctrica con medios más fiables desde el punto de vista de la seguridad. No parece razonable que el Gobierno hiciera una variación tan sustancial de su programa sin contar con la ciudadanía y el Partido que lo sustenta.

Si en nuestra Región, las Cortes acaban de aprobar una resolución pidiendo al ministerio de Industria que no escoja ninguna de las dos localidades que han solicitado el ATC, no se ve probable la aceptación de que se ubicase una hipotética nueva central nuclear. El tema energético a estas alturas del siglo veintiuno no tiene por qué estar de nuevo en la disyuntiva de si nucleares sí o no, con la cantidad de alternativas que ya hay disponibles para obtener energía eléctrica, como lo demuestra el hecho de que incluso los Estados Unidos quieran copiar nuestro modelo de renovables.

Publicado en:

www.dclm.es

martes, 15 de junio de 2010

Pensiones y recortes

Hoy todo el mundo está enterado de que la crisis actual vino como consecuencia del terremoto financiero ocasionado para la caída del banco norteamericano Lehman Brothers en Septiembre de 2008. El problema actual son las réplicas que ocasionan los Hedge Funds (fondos especulativos) o tiburones financieros, como también se les llama. La canciller alemana Angela Merkel ha sido esta vez quien ha liderado la propuesta de que la UE ponga reglas de vigilancia a las actuaciones de esos mercados. Mercados que recientemente han puesto en jaque a Grecia y continúan sus ataques contra el euro a través de distintos países, entre ellos España. Esa es la razón por la que el gobierno ha decidido adoptar medidas urgentes, que han sido aplaudidas por Bruselas, para salvar nuestra economía; algo que también se están planteando varios países de la UE. Entre esas medidas de ajuste para acelerar la reducción del déficit se encuentran las pensiones de manera muy ligera.

Hace un par de años, la señora Cospedal se quejaba de que se subieran las pensiones un 6%, indicando que no veía coherente esa subida cuando había menos afiliados a la Seguridad Social, y ahora es la defensora de lo contrario. El hecho es que en Castilla-La Mancha más de la mitad de las pensiones subirán el próximo año y el resto seguirán cobrando lo mismo que éste. Me sorprende escuchar a la señora Cospedal decir una cosa y su contraria con la misma expresión en el rostro con independencia del tiempo transcurrido, a veces muy poco y en ocasiones algo más; eso que para el póquer es bueno, en política desorienta a la población.

Me parece normal que desde la oposición se ataque a quien gobierna, pero de ahí a decir que Zapatero les va a quitar el dinero a los pensionistas, como manifestó Cospedal hace poco, hay una distancia muy importante. No pretendo cansar al lector con cifras, aunque a veces son necesarias, pero los datos son irrefutables y las pensiones con cónyuge a cargo mayor de 65 años se han incrementado 24 puntos de poder adquisitivo con Zapatero, mientras que en los 8 años de gobierno de Aznar subieron 4 puntos. Conviene recordar estas cosas porque la memoria, a veces, nos juega malas pasadas.

Recuérdese también que durante 2009 hubo una inflación del 0,3% (medida de noviembre a noviembre) y, sin embargo, las pensiones se revalorizaron un 2%. Esto significa que ganaron el 1,7% de poder adquisitivo; así pues, para quienes el año que viene cobren lo mismo que éste, dependerá de que la inflación no supere dicho valor para que su poder adquisitivo se mantenga. Además, el Presidente Barreda ha anunciado estos días que el gobierno regional seguirá manteniendo las ayudas complementarias a las pensiones mínimas de viudedad y a las no contributivas. No caigamos en las demagogias de quien pretende confundir, por muy legítimo que sea desde el punto de vista político.


Publicado en www.http://www.dclm.es/news/120/ARTICLE/65086/2010-05-23.html

lunes, 14 de junio de 2010

Cortes y recortes

Las recientes medidas anunciadas por el Gobierno para luchar contra la crisis, tales como reducir un 5% el sueldo de los funcionarios o que sólo se incrementen las pensiones mínimas y las no contributivas para 2011, se pueden calificar de muchas maneras, pero desde luego son impopulares, arriesgadas, incompletas y necesarias.

En primer lugar, estas medidas son impopulares debido la sensibilidad social de los colectivos afectados, pero están en la nómina de lo que puede controlar directamente el Gobierno; en segundo lugar, son arriesgadas porque el Partido Socialista se expone claramente a perder votos, como ya están demostrando recientes encuestas publicadas por la prensa nacional; son incompletas, ya que en el binomio banca-sociedad se cargan las tintas sobre un solo término y eso está lejos de ser justo; y, finalmente, son necesarias puesto que se había de dar una respuesta inmediata a las exigencias de Bruselas en la reducción del déficit y salvar a España de los ataques de los llamados mercados, que no son otra cosa que tiburones financieros que quieren aún más de cuanto poseen a costa de los más débiles, se podría decir que son lo diametralmente opuesto a una ONG. Además, deberían alcanzarse acuerdos en el ámbito de la UE para establecer “cortafuegos” legales a la actuación de los mercados.

En la UE, a la cual pertenecemos, no hay ningún acontecimiento económico aislado. Todos los países integrantes estamos interconectados de tal manera que lo que le sucede a cualquiera de sus miembros, antes o después y en mayor o menor medida, nos afecta a todos. Tardaron más días de los necesarios en tomar las decisiones de ayuda cuantificada a Grecia, en percatarse de que ayudando a ese país nos estamos ayudando a nosotros mismos, pues una caída de Grecia hubiera tenido un efecto dominó que habría puesto en serio peligro la supervivencia del euro. Puede que la tardanza fuera a consecuencia de la proximidad de las elecciones que se iban a celebrar en la región alemana de Renania del Norte-Westfalia. Es natural que Angela Merkel tuviera miedo de perderlas si tomaba decisiones favorables a la ayuda a Grecia, como así fue, pero ahí ha demostrado ser una gran estadista y no sólo política; ahí es donde se nota el temple de las personas que están al servicio de los demás. Lo que no vieron sus votantes fue el efecto bumerán de la ayuda a Grecia en sentido positivo para ellos. Cosas de las elecciones.

Otras naciones pertenecientes a la UE están anunciando medidas de recortes similares a las adoptadas por España, teniendo gobiernos de distintas tendencias. Cuando leo noticias en las que la oposición apoya a su gobierno, en un gesto patriótico para alcanzar acuerdos de gobernabilidad y sacar su país adelante, no dejo de sentir cierta envidia al compararlos con lo que sucede en el nuestro, en donde ante cualquier petición de pacto la respuesta final suele ser un corte (para no enumerar aquí la lista de los desacuerdos recurro a la memoria del lector). De todas formas, el PP puede aplicar sus recetas económicas en aquellas Comunidades en las que gobierna, pues mientras que las decisiones del Gobierno de España afectan en el orden de un 20% a la economía, las Comunidades disponen sobre el 35% del poder de influencia. Sin embargo, las Comunidades de Madrid y Valencia, ambas gobernadas por el PP, figuran entre las más endeudadas de España.

La situación actual ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de establecer una coordinación económica central para toda la UE, con poder ejecutivo autónomo. Para ello, los Estados miembros deberían ceder más soberanía en ese ámbito. Si queremos ser una Unión Europea real y efectiva debemos caminar por esa senda, así se conseguiría evitar retrasos en la toma de decisiones como la sucedida con Grecia. Lo que hemos de tener claro es que deberemos ser cada vez un poco menos españoles, o italianos, o ingleses o franceses, etcétera, para ser más europeos. Es la única manera de que esto funcione, pues los tiburones están ojo avizor a ver dónde hincan el diente y ellos sí que son internacionales.


Publicado en www.dclm.es

Cuando se hace lo que hay que hacer

Las recientes medidas que ha tomado el gobierno de España para reducir el déficit, entre las que se han visto involucrados los funcionarios, con una reducción media del 5% en sus emolumentos, y las pensiones de mayor cuantía, que no subirán el próximo año, han provocado la reacción de las organizaciones sindicales, quienes han convocado una huelga en el sector público el pasado día 8, con participación muy desigual según la fuente: para el gobierno, del 11,85% y para los convocantes, sensiblemente superior. Lo que parece evidente es que la medida del éxito de una huelga no está tanto en su participación como en conseguir mejorar las condiciones de sus trabajadores; todo lo que sea alejarse de ese objetivo son lecturas interesadas con otros fines.

Distintos analistas se plantean si el 8-J ha sido un ensayo de huelga general. De hecho, el sindicato CSI-CSIF se ha quejado de haber sido utilizado por los mayoritarios UGT y CC.OO. para ese ensayo y no tanto para reclamar los derechos salariales de los funcionarios. Una de las preguntas que surgían en las distintas tertulias de los medios audiovisuales es cuál es el verdadero poder de influencia que tienen los sindicatos. Algunos tertulianos manifestaban que muy poca, no ahora, sino en los últimos años, mientras que otros se quejaban de que los verdaderamente perjudicados de la escasa representatividad sindical sean los propios trabajadores. Sea como fuere, el caso es que la huelga del pasado día 8 parece haber sido más un ensayo para una hipotética huelga general, y una prueba de poder de convocatoria, que un intento de conseguir realmente el objetivo de que no les rebaje el 5% de media en el sueldo a los funcionarios.

Algo que también parece evidente es que los distintos gobiernos europeos están adoptando acciones de gobernabilidad con independencia de ideologías y de programas electorales. El pragmatismo se impone ante la dramática situación económica en la que estamos inmersos, con el euro amenazado de jaque. Tan es así, que gobiernos como el conservador de Angela Merkel en la poderosa Alemania o el de David Cameron en el Reino Unido, quien recientemente ha sustituido al laborista Brown, se estén olvidando de sus promesas electorales y lancen mensajes a sus ciudadanos sobre las dolorosas medidas económicas que se ven obligados a tomar. Dificultades, que en el caso del Reino Unido, ya avisan de que pueden durar incluso décadas. Evidentemente, el gobierno español ha tomado las medidas apropiadas, aunque puedan ir en parte en contra de sus políticas sociales; políticas que han incrementado en los últimos años hasta en un 50% las ayudas que había de gobiernos anteriores. Las acciones de gobernanza se han de tomar en cualquier caso aun a costa de que ello suponga una rebaja en intención de voto en las encuestas, porque primero está España. Ojalá todos los partidos pensaran igual.


Cuando desde el partido de la oposición en España escucho frases de papeles cambiados, como su preocupación por los trabajadores y por las clases desfavorecidas, no puedo por menos que esbozar una irónica sonrisa. Quizá sería más útil para todos que ese partido hiciera como han hecho sus colegas de otros países: ayudar a sus respectivos gobiernos en la recuperación económica, como hace unos días le recordaba a los conservadores españoles un colega del partido popular europeo.


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