domingo, 28 de febrero de 2016

El Padrenuestro, con respeto

El pasado día 15 de febrero, la poetisa Dolors Miquel tuvo a bien recitar una parodia del Padrenuestro con motivo de la entrega de los premios Ciutat de Barcelona, en un acto que organizó el ayuntamiento de la Ciudad Condal. El pasado día 26, el Pleno de aquel ayuntamiento rechazó por mayoría una moción contra “la ofensa a los sentimientos y las creencias de la religión católica” por ese Padrenuestro blasfemo.

Si lo que pretendía la señora Miquel era hacer un manifiesto feminista con esa parodia se equivocó. Al mencionar únicamente atributos sexuales femeninos estaba confundiendo estos con una pretendida defensa de la igualdad de género. Y, desde luego, cometió un error de bulto al hacerlo recitando algo parecido al Padrenuestro católico. Una pena desde todos los puntos de vista.

No es el momento para hacer demagogia con estos temas; pero a mi modo de ver ha sido un acto gratuito de agresión contra los sentimientos, no ya sólo de los católicos, sino de las personas que defienden la igualdad de género y de cualquier persona bien educada. ¿Se sienten ahora más libres la señora Miquel y la señora Colau, que la defendió? ¿Tenían necesidad de expresar ese desprecio a la convivencia pacífica para afianzarse en sus “principios”? Quizá hayan elegido la religión católica en vez de alguna otra, porque no esperan ninguna reacción violenta de los creyentes católicos.

Estos asuntos hay que tratarlos en nuestro ámbito de manera civil y civilizada. Una cosa es que seamos un Estado aconfesional, según figura en nuestra Constitución, y otra es que alguien se comporte de esa manera con las creencias de una parte importante de la población, o del buen gusto, si me apuran. Puede no condenarse judicialmente, como no se condenaría a quien llamara fea a una señora en una reunión social, algo que todo el mundo vería como una falta de cortesía, pero convendrán conmigo en que es una falta de respeto enorme, que hiere profundamente los sentimientos de muchas personas, no sólo de los creyentes.

Hay que remar con el rumbo correcto, y para eso las buenas formas de convivencia deben de ser el timón que guíe nuestro navegar diario. Pero nos equivocaremos de puerto si seguimos el rumbo que marcan algunos grumetes que se creen capitanes.

Publicado en:

http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/padrenuestro-respeto/20160228101714109503.html
http://elcrisoldeciudadreal.es/2016/02/28/108068/padrenuestro-con-respeto/
Lanza de Ciudad Real, edición en papel. Pág. 35 de Opinión. 29-02-2016.
http://imasinformacion.es/not/16927/el-padrenuestro-con-respeto/
http://www.dclm.es/shh.php?id=2721
http://www.lanzadigital.com/news/show/opinion/el-padrenuestro-con-respeto/94558

miércoles, 17 de febrero de 2016

El acoso escolar


El suicidio del niño Diego González, de once años, alumno del colegio de los padres Mercedarios de Leganés y sobre todo la nota que dejó, puso sobre la mesa el problema del acoso escolar de manera clara; visibilizó para toda la sociedad algo que ya venía sucediendo y de lo que los medios de comunicación van informando en un continuo goteo.

La asociación madrileña contra el acoso escolar (AMACAE), ha cuadruplicado el número de casos registrados en 2015 con respecto al año anterior. ¿Quiere eso decir que ha crecido en esa medida? Probablemente no. Pero sí que se tiene más sensibilidad sobre este hecho y se denuncia más. Está claro que el problema existe y que es transversal. Afecta en primer lugar al alumno acosado, pero también a los acosadores, al resto del alumnado, al profesorado y a los padres; es decir, a la comunidad educativa y también al conjunto de la sociedad.

Cuando unos escolares se convierten en verdugos de otros compañeros hay que preguntarse en primer lugar qué están viviendo en sus casas, qué comportamiento están viendo en su entorno familiar y de amistades. En segundo lugar, hay que valorar la posible impunidad con la que puedan actuar en el colegio por dos causas: pasividad de parte del profesorado y de parte de sus compañeros, cuando no la complicidad de estos últimos.

¿Qué hacer? Entiendo que hay que abarcar el problema de manera integral. Por un lado, las autoridades políticas deben de elaborar leyes contra el acoso. Las autoridades educativas deben también de incorporar en los currículos de los centros escolares las maneras de medirlo, como punto de partida para plantearse objetivos de identificación y eliminación del mismo. Debe de actuarse sobre las propias familias en el sentido de concienciar sobre el problema, pues el hijo o la hija pueden estar entre los  acosados, los acosadores, los cómplices o los pasivos.

No olvidemos que el acosador del entorno educativo, el día de mañana puede ser un acosador laboral o un maltratador en el ámbito de la violencia machista. Parece que la sociedad ya está concienciada en cuanto al maltrato, pues ya es hora de que nos concienciemos del germen en la escuela. Hoy en día hay que vigilar más, si cabe, pues los móviles y las redes sociales hacen que se prolongue el sufrimiento más allá del mero ámbito escolar, y a edades cada vez más tempranas.

Publicado en:
http://www.clm24.es/opinion/autor/000067/casimiro-pastor
http://elcrisoldeciudadreal.es/2016/02/17/107152/el-acoso-escolar/
http://imasinformacion.es/not/16758/el-acoso-escolar/
http://dclm.es/shh.php?id=2694
http://www.lanzadigital.com/news/show/opinion/el-acoso-escolar/94025

Artículos posteriores relacionados:
http://elpais.com/m/politica/2016/02/18/actualidad/1455799539_145548.html