domingo, 28 de enero de 2018

El voto de los pensionistas




«Quien tiene oídos para oír que oiga» (Mt 13, 40-43).

Las redes sociales están llenas de proclamas del tipo: «Tenemos en nuestras manos un poder invencible y son nuestros votos. Somos casi 10 millones de pensionistas…». Hablan de la pérdida de poder adquisitivo que supone una inflación más de cinco veces superior a la subida de las pensiones, reclamando con ello la atención del gobierno. Pero a tenor de recientes encuestas, el PP tiene un buen granero de votos en los mayores de 65 años, lo que en principio les hace estar tranquilos con los jubilados… o no, sobre todo después del descalabro electoral en Cataluña.

El problema arranca en el año 2012, cuando M. Rajoy desvincula por primera vez la subida de las pensiones de la del IPC. Cualquier subida de la inflación por encima del 0,25%, que se mantiene constante a lo largo de estos años, supone una pérdida del poder de compra de este importante colectivo. El gobierno, que tan cuidadoso es con el cumplimiento de la Constitución en otros ámbitos, parece olvidarse en este caso de la Carta Magna, cuyo artículo 50 consagra: «Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad». Y del RDL 1/94 de 20 de junio, que en su artículo 48.1 lo concreta de la siguiente forma: «Las pensiones de la Seguridad Social en su modalidad contributiva, incluido el importe de la pensión mínima, serán revalorizadas al comienzo de cada año, en función del correspondiente índice de precios al consumo previsto para dicho año».

Por lo tanto, no es de extrañar el malestar de los pensionistas al recibir estos días la carta de la ministra de Empleo y Seguridad Social, doña Fátima Báñez, acompañando la subida para 2018, que en muchos casos es menor de un euro al mes. En dicha carta, la ministra agradece «la comprensión que los pensionistas han demostrado durante los años más difíciles de la crisis…». Pero la crisis ya se ha acabado, según declara el jefe del Ejecutivo, y al parecer la comprensión de los pensionistas también. «Quien tiene oídos para oír que oiga».

Publicado en:
http://www.lanzadigital.com/opinion/voto-los-pensionistas/
https://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/el-voto-de-los-pensionistas/20180128212403190496.htmlo
http://www.dclm.es/noticias/67504/el-voto-de-los-pensionistas-/-casimiro-pastor
http://imasinformacion.es/not/21982/el-voto-de-los-pensionistas/

domingo, 21 de enero de 2018

Industria 4.0


Las tres revoluciones industriales precedentes, y que marcaron cambios sociales históricos, fueron las producidas por la máquina de vapor (s. XVIII), la de la electricidad (s. XIX) y la de la electrónica (s. XX). Cada una de ellas supuso un cambio de paradigma, como es el caso que nos atañe con la cuarta revolución industrial, o industria 4.0, al ser esta una revolución digital sin parangón. Se está en un punto de fusión de tecnologías entre lo físico, lo digital y lo biológico.

Se presentó en la feria de Hannover (Alemania) en 2011 y su objetivo es conseguir la automatización total de los procesos productivos, mediante el Internet de las cosas. Hablamos de inteligencia artificial, robots colaborativos, nanotecnologías, biotecnologías, realidad aumentada, visión artificial, impresión en 3D… cuyo nexo de unión son unas telecomunicaciones sin precedentes en su rapidez y en su forma. Con ello se consigue producir más, mejor y con mayores ahorros (energéticos, de materiales, de procesos, etc.). También se consiguen productos mejor adaptados al usuario final, con la calidad como bandera.


Los países punteros del mundo con este nuevo enfoque son Japón, Alemania y Estados Unidos. España ocupa el lugar número 14 en el mundo por su PIB, pero baja al 45 en cuanto a digitalización de su industria. Sin embargo, esta cuarta revolución industrial supone una gran oportunidad para nuestro país, si las administraciones y el empresariado español cogen el toro por los cuernos: invertir en excelencia. De hecho, hay una experiencia piloto del ministerio de Industria con 25 empresas, a las que se les dota de dos expertos: un consultor tecnológico y otro de modelo de negocio. Ambos analizan la cadena de valor, desde la adquisición de materias primas y los procesos productivos a la comercialización, pasando por la gestión económica de todo el proceso. Todo ello desde esta nueva perspectiva 4.0.

Otra de las áreas a tener en cuenta es la formación, tanto en las propias empresas como en el sector educativo. En Madrid ya hay centros con niños de 10 años que aprenden robótica y programación. Hoy hay que prepararse para unos puestos de trabajo que no están todavía definidos, pero que llegarán de forma inexorable, pues ya estamos inmersos en esta nueva forma de concebir los procesos productivos. Se trataría de puestos de trabajo estables y de alto valor añadido, por lo que también debe de cambiar, y mucho, la forma de entender la contratación. Se debe ser consciente de que Industria 4.0 ha llegado para quedarse… hasta la siguiente revolución industrial.

En Fitur 2018 se ha podido constatar lo que supone el 4.0 en nuestra industria por excelencia: el turismo. Hoy podemos viajar de manera virtual a cualquier lugar y tener una excelente información previa de los que nos encontraremos a nuestra llegada, de su historia, de su arte y su cultura. De cómo contratar el viaje. Una vez en el lugar, a través de nuestro móvil tendremos una magnífica información que nos ayudará a sacar más partido todavía de nuestra visita. En la medida en que trabajemos en esa línea, sacaremos muchísimo más provecho de este potente sector, en el que Castilla-La Mancha tiene mucho que decir. 

Publicado en:
https://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/industria-40/20180122090706189515.html
http://www.lanzadigital.com/opinion/industria-4-0/
http://imasinformacion.es/not/21924/industria-4-0/
http://www.dclm.es/noticias/67268/industria-40--casimiro-pastor

Noticias posteriores relacionadas:
https://www.eleconomista.com.mx/empresas/WEF-en-busqueda-de-talento-frente-a-la-cuarta-revolucion-tecnologica-20180124-0043.html
https://youtu.be/3E9W4rqe4fc




lunes, 1 de enero de 2018

Deseos para 2018


«El pueblo pasa hambre porque sus superiores consumen en exceso sobre lo que recaudan». Lao Tse (604-470 a.C.).

El comienzo de un nuevo año suele ser el momento de desear la mejora de aquello que pensamos que debe mejorarse. Pongamos algunos ejemplos:

El último Consejo de Ministros de 2017 volvió a subir las pensiones un 0,25%, por quinta vez en la era Rajoy. O sea, 2€ al mes para las más bajas. Hay que recordar que esas mismas pensiones subieron un 27% en los 8 años que gobernó Zapatero, quien dejó 67.000 millones en la llamada Bolsa de las Pensiones, bolsa que ahora está casi agotada. Cuidado con la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, pues se trata de un problema social de primer orden.

En cuanto a la subida de salarios, los mismos organismos internacionales, a los que el gobierno de España obedeció sin rechistar cuando exigían recortes, le han pedido ahora que los suban. Con ello se consiguen dos buenos propósitos: que haya más actividad económica y una mayor recaudación de la Seguridad Social para pagar las pensiones. En la reunión de Rajoy con los agentes sociales del pasado diciembre, firmaron una subida del salario mínimo si se cumplían dos condiciones: un crecimiento del 2,5% y la creación de 450.000 empleos. Condiciones que tanto organismos internacionales como el propio Banco de España sitúan más abajo; es decir, hecha la foto habrá que ver si la subida del SMI se produce.

En lo referente a la Constitución, Rajoy se comprometió con Sánchez al establecimiento de comisiones mixtas para estudiar una reforma constitucional. El propósito de dicha reforma no es otro que el de una puesta al día de la Carta Magna, pues está siendo una clamorosa demanda, sobre todo en lo concerniente al territorio. Quizá este aspecto no sirva para conformar a los separatistas (cuyo número ha aumentado de manera alarmante en los últimos tiempos), pero sí para establecer un marco en el que todos estemos más cómodos, incluidos sectores de los que ahora votarían irse.

Por otra parte, la violencia de género es un problema transversal que afecta a varios ministerios, cuyas raíces son profundas, y que está incrustada en todos los estratos sociales. Es obvio que arranca de la educación y que se debe abordar de manera simultánea en toda la sociedad. La dotación presupuestaria es de donde se parte, pues sin ella cualquier ley queda huera, para establecer frenos que impidan la sangría contra las mujeres, como por desgracia viene sucediendo un año tras otro. A ver qué nos depara el que ahora comienza.

La creación de empleo, la devolución del rescate bancario, la solución a la «cuestión catalana», el freno a la corrupción y al fraude, la independencia real y efectiva entre los poderes del Estado, la reducción de la brecha salarial, la reducción de la pobreza, la solución al problema de la vivienda, la solución a la pobreza energética, la acogida de refugiados… y perder ese par de kilos que se nos pegó en las pasadas celebraciones, también forma parte de los deseos para este 2018. Feliz Año Nuevo.


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