sábado, 16 de febrero de 2019

Las generales, cinco partidos pero dos bloques



Las recientes elecciones autonómicas andaluzas han puesto de relieve quién es quién y en qué bloque está. Han quitado la venda de los ojos a muchos electores: a los de izquierdas que decidieron quedarse en casa, porque no veían muy izquierdosa a la candidata socialista, y a los que pensaron que votando a Ciudadanos apostaban por la moderación. Tras las elecciones, y el teatrillo posterior, se pusieron de acuerdo los partidos que conforman el bloque de derechas, Cs, PP y Vox, para repartirse el poder sin ningún rubor. Ahora ya están aplicando sus políticas pero al ralentí, porque están esperando a que pasen las autonómicas y municipales del día 26 de mayo, para poner la directa y meter la tijera en Sanidad, Educación y políticas sociales «sin complejos».

El pasado día 15, el presidente Sánchez ha pulsado el botón electoral mientras desgranaba algunos de los logros conseguidos en sus ocho meses en el gobierno: la mayor subida del SMI en décadas, el 22%; mejora de la protección a los autónomos (más de 3 millones de españoles); se han subido las pensiones, entre el 1,3 y el 3%, a más de 10 millones de pensionistas; derogado el «impuesto al sol»; una nueva ley hipotecaria; recuperación de la Sanidad Universal; se reforzaron los recursos contra la pobreza infantil y contra la violencia de género; subida salarial a los empleados públicos… En definitiva, se han aprobado 13 leyes en el Congreso de los Diputados y más de 25 RDL.

La unión entre los independentistas catalanes y el bloque de derechas consiguió tumbar los presupuestos de Sánchez. Unos presupuestos eminentemente sociales, pues incorporaban hasta el 57% del total en medidas de carácter social. La inversión en infraestructuras subía un 40%; ayuda a parados de larga duración a partir de los 52 años; aumento del 60% a Dependencia; eliminación del copago farmacéutico a pensionistas; becas, rebaja en las tasas universitarias, empleo juvenil, vivienda… Todo esto queda para la próxima legislatura, si los españoles así lo decidimos.

Casado ya ha declarado cuáles serían las primeras medidas (lo más importante para él) que tomaría, si llega a gobernar, en tres puntos: cumplir con los compromisos internacionales, políticas sociales responsables y aplicar la Constitución en Cataluña. Que traducido sería: reducir el endeudamiento (que Rajoy aumentó en un 50%, a pesar de los recortes) aplicando recortes aún más severos; dejar las políticas sociales bajo mínimos, con más recortes, incluidas las pensiones; y, dado que en Cataluña ya está vigente la Constitución, lo único que le falta es un 155 permanente.

Del electorado depende leerse los programas, entender lo que dicen en los medios de comunicación, traduciéndolo al lenguaje real, y después decidir si votar por el bloque de derechas y sus programas «sin complejos», que ya se sabe a quién perjudican, o por el bloque de izquierdas o bloque social. Esta es la realidad; lo demás son distracciones de magos de circo para que no nos demos cuenta del truco.

Publicado en:
https://dclm.es/noticias/82421/las-generales-cinco-partidos-pero-dos-bloques-/-casimiro-pastor-millan
https://www.lanzadigital.com/opinion/las-generales-cinco-partidos-pero-dos-bloques/
http://imasinformacion.es/not/24384/las-generales-cinco-partidos-pero-dos-bloques/

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https://dclm.es/noticias/82429/el-gobierno-aprobara-un-subsidio-para-parados-mayores-de-52-anos
https://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/generales-partidos-bloques/20190217084745235323.html


domingo, 3 de febrero de 2019

La decimoctava autonomía



Se sorprende el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de que mientras en los demás países de la UE todo lo relativo a Venezuela pertenezca a Exteriores, y aquí las derechas opositoras se lo tomen como un asunto interno. Es como si se tratara de la decimoctava autonomía. Además les pide que, al tratarse de un asunto de Estado, dejen de atacar al gobierno con ese tema. Incluso cuando Sánchez ha criticado abiertamente a Maduro, objetan que lo hace con la boca pequeña. Vamos, como reza la letra de la antigua canción: «Ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio, contigo porque me matas y sin ti porque me muero».

La situación en aquella nación hermana ha devenido en insostenible, no ya solo en lo político, sino en lo económico y en lo social. El pueblo lo está pasando mal. Son numerosas las personas que se han marchado del país, también de las clases medias y, sobre todo, de las adineradas; se han ido estableciendo en otros países, de los que España, y Madrid especialmente, son destinos preferidos. De hecho, el barrio de Salamanca de la capital se ha convertido en objeto del deseo de las grandes fortunas y si ya estaban los precios por las nubes han pasado a la estratosfera, impulsados por la fuerte presión compradora de esas autoexiliadas clases pudientes venezolanas.

Las elecciones de 1993 auparon a la presidencia a Hugo Chávez, quien lanzó la Revolución Bolivariana. Creó la Asamblea Constituyente en 1999 y redactó una nueva constitución nacional. Se mantuvo en el poder, tras vencer en sucesivas elecciones, hasta su fallecimiento en 2013, año en el que Nicolás Maduro obtuvo una ajustada victoria electoral. Ahora sigue en el poder gracias a una serie de triquiñuelas políticas, caminando por el difícil filo entre lo que es o no constitucional.

Desde el pasado día 5 de enero, Juan Guaidó ejerce como presidente de la Asamblea Nacional, con mayoría opositora. El caso es que usando la «cocina política» al estilo de Maduro pero en sentido contrario, con la Constitución como attrezzo, se ha proclamado presidente interino de Venezuela para convocar unas elecciones. Apoyado por los EE.UU., parte de la UE (incluida España) y diversos países, Guaidó y sus seguidores están echando un pulso a Maduro y los suyos, a quienes apoya (de momento) el ejército. También Rusia y China, principalmente, los apoyan.

Cabría preguntarse cuál es el interés de la derecha española hacia Venezuela, pero sabiendo de su afán privatizador y de las futuras inversiones del IBEX35 en aquel país, es fácil colegir que desean servirles cuanto antes una porción de ese pastel de rica miel. Por otra parte, el interés de los EE.UU. parece evidente: el petróleo, del que esa nación tiene una de las mayores reservas del mundo. El pueblo venezolano quiere cambio, proclama Guaidó, pero quizá nadie les está explicando en qué va a consistir ese cambio y a cambio de qué.  


Publicado en:
https://www.lanzadigital.com/opinion/la-decimoctava-autonomia/
https://dclm.es/opiniones/3839/la-decimoctava-autonomia
https://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/decimoctava-autonomia/20190203214004234031.html
http://imasinformacion.es/not/24244/la-decimoctava-autonomia/