lunes, 9 de julio de 2012

¿Para cuándo un reparto de cargas?


El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha manifestado que debe seguir tomando medidas de ajuste “aunque no nos gusten a nadie”, dando por sentado que debe ser así, sin discusión. Entre tanto, la población se encuentra sumida en un estado catatónico permanente, repitiendo palabras como prima de riesgo, ajuste, recorte, crisis… mientras va a comprar el pan.

No hace falta ser ningún experto en economía para comprender que si se gasta más que se ingresa durante un tiempo determinado, la cosa no puede funcionar. Y la cosa puede ser lo mismo un hogar que un país. En las circunstancias actuales, el Estado ha dejado de ingresar ingentes cantidades de dinero procedentes de la actividad económica, porque ésta ha decaído mucho debido a la crisis; sin embargo, debe de hacer frente a sus compromisos sociales. Ahora, además, por efecto de la prima de riesgo, los intereses de la deuda están asfixiando cualquier posibilidad de salir del pozo, pues se llevan una buena tajada de nuestro PIB (Producto Interior Bruto).

El gobierno tiene claro que necesita dinero, y para ello debe de acudir a la población mediante las opciones de que dispone para recaudar. Pero las acciones que ha adoptado hasta ahora y las que parece que va a acometer en el próximo futuro, tienen unos mismos destinatarios: las clases medias y trabajadoras. En ningún momento se ha dejado traslucir un posible aumento de los impuestos a los que más tienen. Por ejemplo, las SICAV (Sociedades de Inversión de Capital Variable) siguen cotizando el 1%, mientras al común de los mortales nos retienen mayoritariamente el 21% sobre las rentas que nos producen los ahorrillos depositados en el banco.

Entre las opciones consideradas por el gobierno, para aplicar próximamente, está la subida del IVA reducido hasta situarlo en el máximo actual (18%) o el nuevo tipo, y otras. Parece una simple operación, pero esto puede acarrear muchos más problemas de los que pretende solucionar. De momento, uno de los principales motores de la economía española, el sector turístico (al que se encuentra ligado el hostelero), se puede ir al traste y desviarse hacia otros países (Marruecos ya se está frotando las manos). Pero lo más grave es que muchos productos básicos de la cesta de la compra sufran un encarecimiento más allá de lo soportable para una población ya muy castigada.

Entre las personas que no pueden y las que, aún pudiendo, tienen miedo y no gastan en previsión de situaciones más adversas, la rueda de la economía no avanza, y la recaudación pretendida por el gobierno con la subida del IVA se convertirá en agua de borrajas, como ya sucede con tantas otras, al bajar la recaudación por un menor consumo. Eso sí, se habrá llevado por delante a un sector bastión de nuestro país y habrá condenado al hambre a una población mucho más amplia.

Es verdad que el margen de maniobra del gobierno cada vez es más reducido, por eso debe de medir cada paso como si estuviera caminando sobre un campo de minas, mientras el enemigo le dispara por detrás. Difícil papeleta para resolver con éxito la terrible situación de nuestra (cada vez menos nuestra) economía. Esperemos del presidente del gobierno la sensibilidad social suficiente como para pensar en todos los españoles y más aún en los más débiles. Para ello, un reparto más equitativo de las cargas impositivas parece una opción que ya debiera estar sobre la mesa del Consejo de Ministros.

Publicado en:
http://www.dclm.es/opiniones.php?id=218. 09-07-2012.: Lanza de Ciudad Real, edición en papel. Página 28, de opinión. 10-07-2012.
Artículos relacionados:
http://economia.elpais.com/economia/2013/05/29/agencias/1369804667_543939.html
http://www.larazon.es/detalle_movil/noticias/2522071/economia/de-guindos-hay-que-reclamar-a-las-rentas-alt#.UauVG2Qayc0


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