martes, 3 de mayo de 2016

El móvil, ¿servicio o dependencia?


Hace poco tuve que llevar mi móvil a reparar por un pequeño problema técnico, lo que me dejó sin esa extensión del cuerpo humano durante unos días. Tuve la sensación de viajar al pasado. De pronto ya no estaba conectado con la familia, ni con los amigos, ni con el resto de la sociedad a través de los distintos servicios que ofrecen las redes sociales: Whatsapp, Messenger, Facebook, Twitter… Como los números de teléfono están todos almacenados en el llamado Smartphone, cuyo significado es “teléfono inteligente” (¿inteligente, un teléfono?), ya no nos molestamos en saberlos de memoria, ni anotarlos en una agenda “manual”. Me tocó sufrir la inexistencia de cabinas públicas en las calles, “porque ya todo el mundo tiene un móvil”, y tuve que hacer algunos desplazamientos para temas que antes solucionaba con una breve llamada, echando mano al bolsillo.

Muchos de los artilugios de hoy día nos hacen la vida más fácil, o eso pensamos. El problema viene cuando ya estamos habituados a ellos y de pronto dejan de estar operativos. Al móvil nos hemos acostumbrado en España a la velocidad del rayo. Nuestro país lidera en el conjunto de la UE la penetración del Smartphone, con un 88% de este tipo de teléfono sobre el total de móviles, diez puntos por encima de la media europea, y segundo del mundo, detrás de Singapur, que tiene el 92%. También, el acceso a Internet lo realizamos desde el móvil de manera mayoritaria.

Según una encuesta de Consumo Móvil, más de la mitad utiliza este dispositivo los primeros y últimos 15 minutos de cada día y se conecta a redes una media diaria de 41 veces. La Wi-Fi en el hogar y en el lugar de estudio o trabajo suele ser el método más habitual de conexión. Los servicios de voz, 79%, son los más utilizados, casi igual que los de mensajería, 78%, un 27% más que la media europea. Será porque aquí somos más comunicativos. Lo cierto es que se produce la paradoja de que esta tecnología nos acerca a los que están lejos, pero nos aleja de los que están cerca.

Todos recordamos ver grupos de personas en locales de hostelería, aparentemente juntas y muchos mirando al móvil. Nos hemos acostumbrado a ver gente esperando al transporte público o en una cola y la mayoría, interactuando con el móvil. Llega un momento en el que, como con tantas otras cosas, hemos de preguntarnos hasta qué punto nos son útiles o nos hemos creado una dependencia de ellas. En ocasiones aparecen noticias de personas, sobre todo jóvenes, que alcanzan grados que pueden considerarse patológicos. Quizá unos días sin móvil nos ayuden a percatarnos de si hemos caído en sus “garras” o simplemente es un medio que nos ayuda a comunicarnos lo necesario, y si nos falta nos altera sólo en eso.

Publicado en:
http://elcrisoldeciudadreal.es/2016/05/03/113165/movil-servicio-dependencia/
http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/movil-servicio-dependencia/20160503104654115773.htmlg
http://imasinformacion.es/not/17715/el-movil-servicio-o-dependencia-/
Lanza de Ciudad Real. Pág 30 de opinión. 04-05-2016. 

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