domingo, 20 de marzo de 2016

Educación vial


La DGT prevé que se habrán producido 14,5 millones de desplazamientos de largo recorrido cuando acabe la Semana Santa. Recuérdese que el año pasado hubo un total de 33 fallecidos en las carreteras durante ese período, lo que supuso un incremento del 35% en víctimas mortales con respecto al año anterior. Víctimas que este año se incrementan con las 13 personas fallecidas del autocar siniestrado en la AP-7 el Domingo de Ramos.

Es cierto que ha aumentado la calidad y la seguridad pasiva de los vehículos, pero hemos de preguntarnos si la “calidad” y la seguridad de las personas que nos ponemos al volante ha ido pareja a la tecnológica. A veces no somos conscientes de estar conduciendo y nos distraemos con facilidad. Nos sorprendemos cuando vemos algún programa de televisión mostrando imágenes de conductores, captados por el helicóptero de la policía, haciendo las labores más insospechadas, incompatibles con la conducción.

Según las encuestas, la gran mayoría de los conductores pensamos hacerlo bien o muy bien, mientras percibimos que son los demás quienes lo hacen mal; sin embargo, el 45% de los niños no está de acuerdo en cómo conducen sus padres, y todos sabemos que la mejor educación es el ejemplo. No les sirve de mucho recibir una buena educación vial en los centros formativos, o lo que les digamos, si luego ven que el ejemplo de sus padres va en sentido contrario.

Quienes conducimos sabemos que se debe facilitar la maniobra al vehículo que nos quiere adelantar. Pues bien, observamos cómo en numerosas ocasiones el coche al que nos aproximamos con esa intención se va colocando más y más a su izquierda, o acelera un poco más mientras se le adelanta. Los intermitentes parecen unos adornos que pone el fabricante para embellecer la carrocería, pues muchos no los suelen utilizar para su verdadero uso. El reglaje de los faros es otra asignatura pendiente, lo que provoca numerosos deslumbramientos. A veces son las formas las que se pierden, y lo que sería un “perdone” en situaciones peatonales se convierte en gestos nada educados y acciones algo violentas al volante, que pueden provocar problemas de seguridad.

¿Qué está pasando? ¿Hemos olvidado lo que aprendimos en la autoescuela? ¿Hemos olvidado la educación normal de convivencia? Vivir en sociedad implica cumplir una serie de normas y de códigos y el de la circulación es uno de ellos. Quizá lo que está pasando en la conducción sea el reflejo en ese ámbito de nuestra sociedad, que parece haber perdido algunos “nortes”. Reflexionemos en estos días sobre este tema, pues nos puede ir la vida en ello, y no es una metáfora.

Publicado en:
http://elcrisoldeciudadreal.es/category/opinion-blogs/
http://imasinformacion.es/not/17208/educacion-vial/
http://www.dclm.es/noticia.php?id=41169
http://www.clm24.es/opinion/casimiro-pastor/educacion-mala-educacion-vial/20160321080940111363.html
Lanza de Ciudad Real. Contraportada. 21-02-2016. 

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